viernes, 29 marzo 2024
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Unidad en la diversidad

Ya es hora de dejar de disparar hacia los lados cuando el enemigo está frente a nosotros. Podemos derrotarlo, ir al segundo paso de la agenda señalada por Guaidó y por quienes controlan la Asamblea Nacional.

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Entre verdaderos demócratas la unidad puede ser, normalmente lo es, dinámica y diferenciada. Pero será eficiente sólo en la medida en que los objetivos sean comunes y estén claros. Entonces cada grupo podrá definir sus tácticas y hasta sus estrategias para alcanzar el objetivo común. Lo que no se puede tolerar son las conductas alejadas del objetivo central olvidando la verdadera naturaleza del enemigo común en búsqueda de ventajas circunstanciales o la simple cohabitación que los convierte en cómplices voluntarios o no, del enemigo al que se pretende vencer.

Aquí en Venezuela los campos están bastante definidos. Existe un régimen usurpador al cual derrotar. No ha sido fácil, pero no es imposible, incluso en un plazo relativamente corto siempre y cuando la unidad esencial se mantenga. Ya es hora de dejar de disparar hacia los lados cuando el enemigo está frente a nosotros. Podemos derrotarlo, ir al segundo paso de la agenda señalada por Guaidó y por quienes controlan la Asamblea Nacional, de constituir un gobierno de transición que conduzca a la nación a unas elecciones verdaderamente libres y transparentes.

En esa dirección hemos caminado unos cuantos meses. Lo insólito es que cuando se avanza hacia lo definitivo, con un impresionante respaldo internacional, aparezcan sectores abandonando la vía aceptada por todos. De allí el montón de especulaciones al respecto, unas de buena fe y otras fuera de lo sensato. Son baldes de agua fría sobre la comunidad internacional y, lo que es más grave, contra el ciudadano común que se afecta con una dosis de fatiga, cansancio y pérdida de la confianza en algunos de sus dirigentes. Crece la dosis de resignación indignada y disminuye la fe en la dirigencia.

No podemos resignarnos a lo señalado. De allí la iniciativa de Integración Ciudadana, especie de nuevo movimiento de movimientos, al presentar una propuesta para reunificar a todos los sectores del país no comprometidos con el régimen, proponiendo una gran consulta ciudadana para que sea el pueblo quien directamente se pronuncie sobre el presente y el futuro inmediato. Esta vía está claramente establecida en la Constitución Nacional y ratifica la voluntad popular como expresión de una soberanía intransferible.

El planteamiento fue hecho público en el foro celebrado el pasado viernes 11 en el Colegio de Ingenieros de Venezuela. En definitiva, un llamado al presidente (e.), Juan Guaidó, a la Asamblea Nacional y a los partidos que la integran y a todos los sectores de la sociedad civil, investidos o no de autoridad, como señala la Constitución, para que asuman el protagonismo de este planteamiento y lo lleven adelante con el respaldo de la nación entera y de buena parte del resto del mundo. El compromiso de todos es respetar y hacer respetar el resultado. En eso se está trabajando.

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