jueves, 28 marzo 2024
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Un soltero para Jane Austen

Lo que hace la diferencia en una decisión de soltería es el cómo va a vivir con ella de allí en adelante, cómo va a convivir con esas amantes que lo acompañarán a lo largo de su vida antes de morir solo.

Una soltería bien llevada es un arte. Los escritores de la serie británica Endeavour se plantearon imaginar los años juveniles del inspector Morse, personaje de edad madura, de la obra de Colin Dexter. Fue un ejercicio de crítica literaria y creación, el reto de inferir y recrear las historias que, desde la primavera de la vida, construirían al ingenioso detective y memorable soltero de la obra.

En esa exploración de los escritores de la serie puede percibirse la impronta de Jane Austen, y hay concordancias: Morse es un poco Austen. Hay un eco de su sensibilidad hacia las injusticias, y la agudeza mental para delatarlas sin rodeos. Como algunos personajes de las novelas de la escritora, tiene el joven inspector los sentidos alertas para avisar los orgullos y prejuicios, los imperceptibles detalles sobre las costumbres sociales y su despiadada red dentro de la asfixiante sociedad de clases. Más aún, como Jane Austen, la persona, ambos deciden acogerse a las normas y enfrentar el mundo desde esa libertad posible dentro de ellas.

Esa premisa explica parcialmente la soltería de Morse. Ese esfuerzo de honrar su palabra y no engañar, es lo que además lo descarta como un Don Juan. Sin embargo, en un ser capaz de enamorarse como lo es él, eso no lo dice todo.

Con los pies puestos sobre la tierra y una exacerbada molestia contra el mundo, Morse se refugia en la lectura, el canto coral y la ópera. En su trabajo, él guarda esa correspondencia con la ciudad académica a la que sirve como policía. Y en esa vida están las mujeres hermosas, no necesariamente bonitas, que corteja con una, voy a llamarle, divertida serenidad.

El lector de la obra de Dexter sabe que el personaje perdió a su madre a edad temprana y que fue estudiante de la universidad de Oxford. Sobre el porqué abandona los estudios y se va a la guerra, se sugiere el chisme de que Morse estuvo tan melancólico y decepcionado después de un rompimiento amoroso, que no logró cumplir con sus deberes de estudiante. Un evento significativo como ese puede impactar notablemente la vida de cualquiera, sin duda, y entre muchas decisiones por venir, estuvo la de convertirse en policía y la de cómo iba a seguir amando a las mujeres.

Esos episodios encrucijadas pueden trastornar a hombres y mujeres, iniciar la vida de don juanes con una escondida sed de venganza o de laberintos en las mujeres. No obstante, aunque con algunos traspiés, Morse cultivó amores desde esa visión de soltarse y soltar. Con una gran debilidad por ellas al punto de ser a veces vulnerable, su entrenamiento como detective debe haberlo ayudado a escoger a sus amantes. Vale decir que las más de las veces ellas poseen mentalidades similares a las de él.

En esa recreación de sus primeros años como detective, Morse llega a enamorarse tímidamente de la hija de su jefe, el inspector Thursday. Una amiga intrigada por algunos olvidos y torpezas le pregunta si está enamorado y él responde: “¿con este sueldo?”. Ya desde allí se sabe que su postura está tomada, decide ser el soltero que aparece en la obra y, respecto al matrimonio, responde en una oportunidad: “no estoy en el mercado”. Efectivamente, ya había ponderado sus opciones dentro del aparataje del sistema.

Había escogido la soltería a pesar de sus previsibles riesgos, morir solo, ser víctima de las circunstancias. A su jefe el inspector Thursday le comenta sobre cómo un policía conocido se había corrompido y éste le responde: “la falta de familia”. A lo que Morse preocupado le pregunta: “¿Y yo, yo no tengo familia?”. En este punto, puede uno adelantar la respuesta de su jefe, porque sabe de la hechura del personaje y de cómo resuelve conflictos y acude a su mundo interior.

Sin embargo, lo que hace la diferencia en una decisión de soltería es el cómo va a vivir con ella de allí en adelante, cómo va a convivir con esas amantes que lo acompañarán a lo largo de su vida antes de morir solo.

A diferencia del personaje de Colin Dexter, Jane Austen se aseguró el apoyo familiar y no murió sola. Los retos de las mujeres son aún mayores.

Un modelo de soltería para una conversación casual. Es un ejercicio tomarse un té con Jane Austen, leerla y dilucidar sobre la soltería o el matrimonio. Con los pies sobre la tierra y los sueños intactos, hacia allá pareciera apuntar la ruta de sus historias.