jueves, 28 marzo 2024
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Falta de transporte y salarios irrisorios dejan a hospitales con un mínimo personal de enfermería

Enfermeras en Ciudad Guayana sortean múltiples obstáculos para llegar a los centros asistenciales y atender a pacientes sin recursos; camilleros improvisan con tablas las camillas.

El gremio de enfermería en Ciudad Guayana protestó una vez más por la falta de transporte institucional y salarios paupérrimos, situación que incide en la ausencia del personal en los hospitales.

Las pocas enfermeras que asisten deben caminar largos trayectos para llegar hasta su sitio de trabajo y recurrir al transporte público, a pesar de que sus salarios apenas logran cubrir escasos artículos de la canasta alimentaria.

A las guardias de la tarde y noche se hace más cuesta arriba asistir porque no hay circulación de transporte público, y el que asignó Gobernación es insuficiente, deja al personal lejos de sus hogares y a veces simplemente no pasa.

“Soy madre de dos niños y el sueldo no me alcanza para mantenerlos. Queremos venir a trabajar, pero sin transporte no podemos caminar y caminar para llegar acá. Soy del turno nocturno y camino muchas cuadras para llegar a una parada, y a esa hora ya no hay transporte público, a menos que alguien venga y nos dé un aventón hasta la institución”, manifestó Lusbeida Sánchez, enfermera del Hospital Dr. Raúl Leoni, en San Félix.

En algunas ocasiones, Sánchez ha vendido cosas del hogar para tener dinero y pagar transporte, un sacrificio que no compensa su sueldo ni las condiciones en que labora.

“A veces estamos exhaustas porque por falta de transporte, el personal no llega completo, tenemos que sacar el trabajo de muchas enfermeras en una, dos, tres o cuatro personas, pero lo hacemos por los pacientes porque nos preocupa. Prácticamente venimos a dar una colaboración, porque por el sueldo no estamos viniendo al hospital”, agregó.

Xiomara Guzmán, enfermera del turno de 1:00 pm a 7:00 pm en Guaiparo denunció que “en semana de cuarentena radical, ya a las 12:00 del mediodía no hay transporte público. Ya basta de tanta agonía que estamos pasando y tantos atropellos. El personal que está laborando es guerrero, pero tiene que faltar porque vive muy distante de los sitios de trabajo y no podemos arriesgar nuestras vidas por venir al hospital”.

Hospitales solos

Fiorella Paredes, enfermera del área de pediatría del Hospital Uyapar, afirmó que “los hospitales están quedando sin personal de enfermería”. Fue precisamente lo que pasó el martes en Guaiparo, cuando no pudieron asistir a sus labores.“No nos pueden exigir más nada, le pedimos a los entes gubernamentales que atiendan la situación de las enfermeras. El salario no nos alcanza ni para comer, alimentar a nuestros hijos, y abastecernos en salud. Merecemos salarios dignos y que podamos ayudar a todos los ciudadanos que llegan al hospital. No queremos ver más muertes, una madre llorando buscando una enfermera porque no hay en los hospitales, la mayoría se ha ido del país porque el salario no les alcanza”, agregó.

Paredes también describió la situación de los hospitales en materia de abastecimiento de insumos y medicamentos. A diferencia de lo que aseguran las autoridades gubernamentales, no reciben la dotación oportuna del material de bioseguridad.

“Queremos que no nos falten los medicamentos, una solución 0.9 para los niños que llegan quemados, las personas con convulsión, no tenemos flujómetro para suministrarles el oxígeno, no tenemos para nebulizar, tampoco anticonvulsivo, cuando están convulsionando no hayamos qué hacer”, lamentó Paredes.

Camillas improvisadas

Ramón Narváez trabaja como camillero en el Hospital Dr. Raúl Leoni, donde deben improvisar camillas con tablas, porque no cuentan con este equipo para la movilización de los pacientes.

“A veces no las vemos difícil porque no tenemos camillas. Cuando encontramos una por ahí, entonces el ascensor no funciona- ¿Qué hacemos? Usamos una tabla que usamos como camilla y como podamos trasladamos al paciente, pedimos ayuda y eso”, explicó.

De esta manera movilizan en el centro asistencial a los pacientes de diferentes patologías, incluyendo a los de COVID-19, y los fallecidos que deben trasladar a la morgue.

Lucero Arteaga, enfermera de la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos del Hospital Dr. Raúl Leoni, se refirió a esta área como un caos.

“No tenemos dipirona para bajar una fiebre, los niños tienen que bañarse y bañarse para bajar la fiebre y se van igual a su casa, no tenemos anticonvulsivo, no tenemos una buena área de terapia intensiva, no contamos con intensivista ni ventilación mecánica adecuada para esos niños que lo ameritan. Da dolor decirlo, pero ¿qué es lo que pasa? Tienen que morir. No es culpa del personal de enfermería, no nos negamos a trabajar, pero no tenemos cómo atenderlos”.

La desnutrición crónica es la principal patología con la que llegan los niños al área improvisada que habilitaron en el Hospital Dr. Raúl Leoni, ya que el Centro Pediátrico Menca de Leoni lleva más de dos años cerrado.

“Llegan a la emergencia y eso es cateterizando una vía y fallecen. Han llegado muchos pacientes con patologías convulsivas, pacientes que se van porque no tienen cómo comprar los medicamentos y no sabemos cómo ayudarlos (…) El área que nos habilitaron no está adecuada para atender a esos niños y mucho menos esas patologías con las que llegan, porque a Pediatría no llega solo una diarrea. Tuvimos el caso de una niña de El Callao, diabética. Cómo la ayudábamos si no teníamos una solución 0.9 y los papás no contaban con la cantidad de dinero que les pedían”, relató.

Arteaga ha pensado en abandonar su profesión y hasta irse del país. “Pero me da tristeza porque tengo dos niños pequeños, mi esposo trabaja en el mercado del día a día. Me da tristeza dejar tantos años de servicio, tantos años que se estudió, se luchó”.

De acuerdo con el Colegio de Enfermeras de Ciudad Guayana, la deserción del personal de enfermería de los hospitales está por el orden del 70%.