jueves, 28 marzo 2024
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¿Virus Nipah podría convertirse en pandemia? La Sociedad Venezolana de Infectología explica

La presidenta de la Sociedad Venezolana de Infectología explica que no es muy probable que el virus se convierte en pandemia o epidemia global, porque no tiene una “transmisión efectiva” de persona a persona.

Desde el 14 de septiembre se han reportado contagios y muertes por el virus Nipah (NiV) en la India. La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó a la comunidad internacional para mantener atención especial en el plan prioritario de investigación para enfermedades con posibilidad de provocar una pandemia.

“En Venezuela no tenemos registro hasta ahora de ningún caso de Nipah. A lo mejor, en algún momento se presentó alguna sospecha en personas que hayan viajado de allá hasta acá y hayan presentado encefalitis. Hay gérmenes o virus que pueden causar encefalitis más frecuentemente en Venezuela. Sin embargo, hay que tenerlo presente porque el período de incubación que se habla es de dos a cinco días, pero se puede extender hasta 45”, aseveró Patricia Valenzuela, presidenta de la Sociedad Venezolana de Infectología (SVI) en una entrevista a Unión Radio.

La médica infectóloga reiteró que el virus Nipah es un patógeno “relativamente nuevo y emergente”. El virus se identificó por primera vez en Malasia en 1999. Pero la infección por NiV se ha reportado en los países del sudeste asiático casi de forma anual. En la India, los medios internacionales identifican que es el cuarto brote en menos de cinco años.

Hasta la fecha hay dos muertes y cientos de casos en India. Las autoridades decretaron un estado de emergencia para cortar la propagación.

Debido al aumento de la frecuencia en los brotes, la OMS incluyó al virus de Nipah en la lista de patógenos con potencial pandémico en noviembre del 2022, junto al zika, al ébola y el COVID-19.

Descripción del virus de Nipah

“El virus Nipah es de la familia de los paramixovirus, la misma del sarampión. Se han ido presentando brotes anualmente, sobre todo en Bangladesh. Con el paso del tiempo eran cada vez menos los casos que se identificaban, y ahorita la OMS está iniciando estudios más detallados sobre él porque tiene una tasa de letalidad bastante alta, que puede llegar hasta el 90%”, explica Valenzuela.

El riesgo que emite la OMS tiene un objetivo claro: hasta ahora el NiV no tiene un tratamiento específico o una vacuna que ayude a frenar su propagación.

El patógeno es de origen zoonótico, su contagio se da por la interacción con animales infectados. En el caso del NiV, la mayoría de los brotes proviene de los murciélagos. El Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos advierte que el contagio hacia los humanos puede darse gracias al consumo de frutas o comida que haya tenido contacto con los animales infectados, o estar en contacto con las secreciones de un animal o persona infectada.

“Los cerdos también se enferman y no está claro cómo los murciélagos los infectan, pero se piensa que es igual: que la comida que consumen están contaminadas con el virus y luego la manipulación de los cerdos infecta al ser humano”, agrega la directora del SIV. “Desde 2018 se está desarrollando un posible medicamento o vacuna, pero están en fase I y no ha avanzado a fase de prueba en seres humanos”.

Síntomas y potencialidad de ser pandémico

De acuerdo con el CDC, los síntomas pueden ser leves o no manifestarse. Normalmente los pacientes presentan cuadros febriles, dolores musculares, vómitos y dolores de garganta. Pero el NiV se diferencia de otras infecciones porque los pacientes pueden permanecer con convulsiones después del contagio.

“Los síntomas pueden ser subclínicos, no hay unos síntomas bien claros como en los casos del COVID-19 o sarampión. Puede cursar con síntomas inespecíficos como malestar general y debilidad, pero también hay presentaciones más severas, como infección respiratoria aguda con dificultad o insuficiencia respiratoria, o progresión a encefalitis, que es el cuadro que está claramente descrito desde 1999. Eso es inflamación del cerebro, convulsiones y alteración del estado de conciencia que lleva a la persona a coma o a la muerte”, agregó Valenzuela.

La directora del SIV dijo que el riesgo de transmisión global del virus es menos probable mientras la transmisión entre personas no sea tan efectiva y frecuente. Pero advierte que las zonas con corredores ecológicos, donde se está evidenciando la deforestación y el cambio climático, son más vulnerables a este tipo de enfermedades.

“El hecho de que la OMS pida que se vigile más el Nipah no es porque pueda existir el riesgo de una pandemia o epidemia global. No es tan probable por las características de la transmisión del virus: aún debe tener una transmisión efectiva de persona a persona para que ese potencial de pandemia se concrete. En este caso no está planteado, pero hay que estudiarlo por la reaparición de casos”, advierte.

Opacidad venezolana ante otras epidemias

Una de las grandes preocupaciones del gremio sanitario en Venezuela es la falta de datos y acciones de prevención transparentes frente a epidemias en el país o posibles brotes futuros. Por segunda vez en menos de tres meses, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) emitió una alerta epidemiológica en América y el Caribe por el aumento de casos de dengue en lo que va de este año.

Por ahora, 2023 es el tercer año con mayor registros de casos, solo superado por los años 2016 y 2019. Pero el Estado venezolano no ha publicado un boletín epidemiológico desde octubre del 2022, y antes de ese documento hubo un silencio de las cifras sanitarias desde el año 2016.

A su vez, la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría exhortó a las autoridades a garantizar la vacunación contra el sarampión, además de informar a la población sobre la necesidad de vacunar a niñas y niños pequeños ante las bajas coberturas de inmunización en Venezuela.

En un comunicado publicado el 14 de febrero, la sociedad destacó que la ocurrencia de brotes de sarampión y otras enfermedades prevenibles por vacunación estaban en su nivel más alto en los últimos 30 años en la región, con una cobertura de vacunación del 68% para la primera dosis y de 37% para la segunda dosis de la vacuna en el país, según las cifras publicadas por la OPS.

Esto convierte a Venezuela en un país altamente vulnerable para otras epidemias como la que ocurrió con la COVID-19.