jueves, 28 marzo 2024
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Denuncian que tras persecución contra Rubén González se esconde imposición del contrato colectivo con sindicato paralelo en Ferrominera

La hija del secretario general de Sintraferrominera y demás miembros de la organización sostienen que el dirigente está desaparecido, y denuncian que su caso y la militarización de la planta en Ciudad Piar tenían como segunda intención discutir el contrato colectivo de Ferrominera Orinoco con Sinboltrafe, organización paralela e ilegítima. Dirigentes de Sidor recordaron que algo similar ocurrió en la siderúrgica: desconocimiento del sindicato e imposición de la convención. El caso FMO es una prueba más de la política antiobrera del régimen que, vaya paradojas, se autoproclama gobierno obrero.

La dirigencia del Sindicato de Trabajadores de Ferrominera Orinoco (Sintraferrominera) sostiene que desconoce el paradero de su secretario general, Rubén González, luego de que el pasado lunes, en medio de una asamblea en el portón San Isidro, en Ciudad Piar, llegaran comandos de la Guardia Nacional con una orden de detención.

Además, denuncia que tras este hecho se dio a conocer la convocatoria del Ministerio del Trabajo al sindicato paralelo, para la discusión del contrato colectivo.

Yarudid González, miembro del comité ejecutivo de Sintraferrominera e hija de Rubén González, señaló que la convocatoria al Sindicato Bolivariano de Trabajadores y Trabajadoras de Ferrominera Orinoco (Sinboltrafe) es de fecha 10 de agosto, pero se dio a conocer fue el martes.

“Qué coincidencia que después que desaparece Rubén González, sale el acta de que va a discutir la convención colectiva”, dijo, con sarcasmo, Omar Marcano, asesor y jefe de reclamo de Sintraferrominera.

Para Carlos Mata, dirigente del Sindicato de los Trabajadores de la Industria Siderúrgica y sus Similares (Sutiss), se trata de un intento de intervenir a Sintraferrominera, como lo hicieron con el sindicato de Sidor.

Mantienen la militarización

Trabajadores aseveraron que la planta en Ciudad Piar continúa militarizada, así como la casa del dirigente sindical.

“Hago responsable al presidente de la empresa de lo que les suceda a mi papá y a los delegados sindicales desaparecidos, entre ellos mi hermano. Estábamos ejerciendo nuestros derechos a la labor sindical. Mi casa en Ciudad Piar está tomada por la Guardia Nacional. Permanecen en la vivienda haciendo destrozos, estamos a la expectativa de que ellos mismos puedan sembrar algo. Sin ninguna orden tomaron la vivienda, agredieron a mi tío, le rompieron la camisa; a mi cuñada, que está embarazada, la agredieron. Fuimos a poner la denuncia y no se la quisieron tomar, tampoco nos han querido tomar la denuncia de la desaparición de mi papá y otros dirigentes”, reiteró Yarudid González.

Aseguró desconocer la existencia de una orden de captura. “Esperamos lo peor, no esperamos nada de la justicia, todos los entes actúan con directrices gubernamentales, no son autónomos, si una vez pasó, seguirá pasando”.

El dirigente de Orinoco Iron Orangel Palma calificó la situación como un atropello a la libertad sindical y una persecución para “sembrar el miedo en la clase trabajadora”.