jueves, 28 marzo 2024
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Las recetas para gritar campeón en el Monumental

Buenos Aires.- Boca Juniors y River Plate empataron 2-2 en la final de ida de la Copa Libertadores y cada equipo volvió a ratificar que cuenta con sus propias recetas para ser campeón en la revancha del sábado 24, en el Monumental.

Boca, de juego mucho más directo, le da tarascones al gol. River lo rumia: apuesta al juego como elaboración previa. Los dos colosos del fútbol argentino tienen motivos para confiar en que, después del primer partido, están a 90 minutos (o 120) de la máxima gloria de su historia.

 

Cinco motivos que dejan mejor parado a River:

El Monumental como fortaleza

Ganó todas las definiciones internacionales que jugó en su cancha. Tres Libertadores (1986 y 1996 contra América de Colombia, y en 2015 contra Tigres de México), una Recopa (2016 contra Independiente Santa Fe, de Colombia), una Sudamericana (2014 contra Atlético Nacional de Colombia), una Supercopa (1997 contra Sao Paulo de Brasil) y una Interamericana (1987 contra Alajualense de Costa Rica).

 

El empate como visitante

En sus cruces de octavos y cuartos de final de la actual Copa Libertadores contra otros equipos argentinos, Racing e Independiente, River también había empatado en la ida como visitante (0-0). En las revanchas en el Monumental contra los clubes de Avellaneda ganó 3-0 y 3-1.

 

Un técnico copero

Desde su asunción en River, en 2014, Marcelo Gallardo se convirtió en un especialista en las definiciones mano a mano. De 24 cruces internacionales, avanzó en 20, un 83 por ciento de eficacia, aunque es cierto que dos de esas derrotas fueron contra equipos argentinos (Huracán en semifinales de Sudamericana 2015 y Lanús en la misma instancia de la Libertadores 2017). 

 

La racha ante boca

En los últimos cinco años, River le ganó a su rival de todos los tiempos los tres cruces directos en que se enfrentaron. Dos fueron internacionales, por las semifinales de la Sudamericana 2014 y los octavos de final de la Libertadores 2015, y uno por la Supercopa Argentina, en marzo de este año, cuando River ganó 2-0 la final. 

 

Vuelve un cacique

Para la revancha podrá jugar Leonardo Ponzio, uno de los líderes de River en el mediocampo, figura deportiva y también simbólica, porque volvió al club en enero de 2012, cuando el «millonario» jugaba en Segunda. No podrá jugar Rafael Santos Borré, sancionado, pero se estima que reaparecerá Ignacio Scocco, otro goleador. Además, Gallardo podrá estar en el estadio, a diferencia de la ida, cuando la sanción de la Conmebol le prohibió entrar en la Bombonera.

Cinco motivos que dejan mejor parado a Boca:

El poder del gol

Boca tiene una efectividad extraordinaria: en el primer tiempo contra River, sus únicas dos jugadas a puerta terminaron en gol. Darío Benedetto anotó por triplicado en las semifinales ante Palmeiras en sus únicos tres remates en la serie, dos en la Bombonera y uno en el Allianz Parque. Contra River, su primer intento volvió a terminar en gol. Todos, además, apenas ingresado al campo de juego desde el banco de suplentes: tardó 7 minutos en la ida contra Palmeiras, 12 en la revancha y 18 contra River.

 

Invicto como visitante

Boca llegó a la final de la Copa sin haber perdido un partido cuando le tocó salir de la Bombonera. De sus seis excursiones, empató cinco y ganó una. River, en cambio, viene de perder su último partido como local, en la semifinal ante Gremio de Brasil.

 

Fuerte en el Monumental

Por la Superliga argentina, Boca está invicto en sus últimas siete visitas a la cancha de River: ganó cuatro partidos y empató tres. La última derrota en visitas domésticas fue en 2011.

 

Un técnico invicto en el Monumental

Como entrenador de Boca, Guillermo Barros Schelotto dirigió tres veces en la cancha de River contra el equipo de Gallardo con excelentes antecedentes: ganó dos (2-1 en 2017 y 4-2 en 2016) y empató uno (0-0 en 2016).

 

El poder de la historia

Boca tiene siete títulos de América, contra cuatro de River, y ya sabe lo que es empatar 2-2 en su cancha en la final de ida y salir campeón en la revancha en territorio ajeno. Lo consiguió en 2000, cuando al 2-2 en la Bombonera le siguió un 0-0 en la revancha en Brasil y un posterior festejo tras la definición por penales.- Por Dpa