viernes, 29 marzo 2024
Search
Close this search box.
Search
Close this search box.

Vivir con menopausia en un país en crisis que no prioriza la salud

Para Natasha Saturno, de Acción Solidaria, los temas relacionados con la salud sexual y reproductiva, o de estereotipos y roles de género “afectan a muchísimas mujeres, tal vez mucho más que la trata de personas”, sin minimizar la gravedad que representa este crimen.

Vivir con menopausia en Venezuela se hace cuesta arriba para las mujeres, pues se trata de un tema de salud y se complica al ser un país en el que este sector no se prioriza.

En un reportaje publicado por Constructoras de Paz, iniciativa del Instituto Prensa y Sociedad (IPYS), se exponen los retos y las precariedades que enfrentan las mujeres con menopausia en Venezuela.

A los 43 años, Carmen Margarita comenzó a sentir cambios en su cuerpo, sufría de falta de sueño, escalofríos, mal humor y un calor excesivo. No encontraba la explicación de esto.

“No tenía ni la más remota idea de lo que estaba pasando por mi cuerpo”, comentó. Hasta ese momento ella veía su periodo mes a mes, así que no se consideraba que podía tratarse de algún “desarreglo” hormonal.

Carmen Margarita, desde el primer momento, visitó al ginecólogo y tras varios exámenes, la especialista dio con el veredicto. “Estás en menopausia”, le dijo.

A diferencia de Carmen, muchas mujeres no acceden a consultas ginecológicas periódicamente, por lo que no saber qué está pasando con su cuerpo genera una reducción de su calidad de vida, profesional y familiar.

Dado que a las mujeres no se les prepara para esto, la desinformación ha hecho que el proceso esté envuelto en tabúes, estigmas y discriminación.

La doctora Reina Hermoso, especialista en gineco-obstetricia y exdirectora de un centro de salud en Valencia, señaló que presenció cómo muchas mujeres preferían callar que estaban entrando en la etapa de menopausia para no ser señaladas de “viejas” y menos, de “viejas histéricas-malhumorada”.

Para Hermoso, es necesario, y hasta urgente, darle un enfoque positivo también e invitar a las mujeres a vivir esta etapa en plenitud.

Sofocos en un país en crisis

Durante más de 20 años, las mujeres venezolanas han vivido su propia montaña rusa hormonal, haciendo el tránsito de la etapa fértil a la no fértil.

Para el año 2023, Naciones Unidas (ONU) proyectó que la población total de mujeres en Venezuela sería de 14.583.569; de este universo, el organismo internacional estimó que 4.752.195 mujeres se encontrarían entre los 40 y 70 años.

Asimismo, el estudio Ser mujer en Venezuela, realizado por Acción Solidaria y otras ONG, recopilados en HumVenezuela, reveló la vulneración diferenciada en la forma cómo viven las mujeres la crisis multifactorial de Venezuela, especialmente, en temas de salud.

Según dicha investigación, que se realizó en 6.500 hogares de 18 estados del país, 8 de cada 10 mujeres considera que la cantidad de alimentos que llevan a sus hogares es deficiente (47,79%) escasa, o muy escasa.

Pese a que el estudio no analizó la situación particular de las mujeres de entre 45 y 65 años, sí pudieron conocer que en general las mujeres priorizan en el presupuesto familiar los gastos en alimentación, antes que cuidados médicos y otros temas de salud.

Lo anterior corrobora el testimonio de Carmen Margarita: “La delicada situación del país te obliga a destinar lo poco que ganas a comprar alimentos, dejando de lado los medicamentos, suplementos o vitaminas que deberías tomar o productos que debas adquirir para tener una menopausia menos traumática”.

Además, exhortó a las autoridades señalando que “debería existir un sistema de salud en Venezuela que ayude con las consultas y medicamentos para las mujeres en menopausia”.

Aunque cada mujer vive la menopausia de forma particular, hay aspectos básicos que pueden contribuir a que este tránsito se realice de manera más leve: llevar un estilo de vida saludable, alimentación con un consumo balanceado de proteína, grasas, frutas, vegetales y legumbres; realizar actividad física, tener buenos hábitos de sueño y continuar con su trabajo o actividad económica.

Para Natasha Saturno, coordinadora de Exigibilidad de Derechos Humanos de Acción Solidaria, los temas relacionados con la salud sexual y reproductiva, o de estereotipos y roles de género “afectan a muchísimas mujeres, tal vez mucho más que la trata de personas”, sin minimizar la gravedad que representa este crimen.

En ese sentido, consideró importante empezar a “voltear la cara y mirar a estas otras situaciones de la cotidianidad, para visibilizarlas”, pues estas “no se conversan, pero el impacto que tienen es grande”.