jueves, 28 marzo 2024
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La “joven guardia” Argentina vuelva a ganar sin Messi

La selección albiceleste se impuso por 2-0 a México en el inicio de una doble confrontación amistosa con los aztecas.

Córdoba.- La ‘joven guardia’ de la selección de Argentina, sin Lionel Messi ni otros históricos albicelestes, venció 2-0 a México este viernes en un partido amistoso disputado en la ciudad de Córdoba (700 km al noroeste de Buenos Aires).

El primer gol del renovado combinado argentino lo marcó el defensa Ramiro Funes Mori, a los 44 minutos, con un cabezazo a quemarropa dentro del área chica, de pique al suelo, que dejó inerme al veterano guardameta Guillermo ‘Memo’ Ochoa. El segundo fue un autogol de Isaac Brizuela, a los 83.

El centro en la primera conquista fue lanzado por Paulo Dybala, el hombre de la cancha en el estadio Mario Kempes, ídolo de los hinchas en su provincia natal cordobesa.

Argentinos y mexicanos volverán a enfrentarse este martes en el estadio Malvinas Argentinas de la ciudad de Mendoza (oeste), en el último partido de las fechas FIFA de este año para ambas selecciones. Los dos entrenadores son interinos.

No hay, por ahora, sucesor de Lionel Scaloni en la albiceleste, y en México se baraja el fichaje del argentino Gerardo ‘Tata’ Martino que podría reemplazar a Ricardo Ferretti.

«Nos complicaron pero el resultado se dio. Vamos por buen camino. Seguimos sumando ¿Qué pasará conmigo en la selección? Hasta el martes, estamos», declaró Scaloni sin poner fin al misterio sobre quién será el conductor a partir de 2019.

En los otros amistosos del interinato, la escuadra goleó a Guatemala (3-0) y a Irak (4-0). Empató con Colombia (0-0) y perdió con Brasil (1-0).

De su lado, Ferretti afirmó que a México «le hace falta mucho trabajo para competir con rivales de este calibre (Argentina)».

 La hora de Dybala 

El Tri planteó una defensa abroquelada en el fondo y una mecánica de rápidos contragolpes. El esquema sorprendió tanto que antes de los tres minutos de juego los argentinos habían sufrido dos tremendos sofocones.

El fornido Raúl Giménez sacudió primero el travesaño con un cabezazo arrojándose en palomita y enseguida el arquero Agustín Marchesín salió del arco a taparle un remate con destino de gol a Marco Fabián.

Argentina se reorganizó lentamente. El bastonero fue Dybala. Sus socios fueron Giovani Lo Celso, Marcos Acuña y Ángel Correa. De punta de lanza se ubicó Lautaro Martínez.

Una clave del desequilibrio provocado por los albicelestes fueron las proyecciones por las bandas de Nicolás Tagliafico y Enzo Saravia. Forzaron a los laterales mexicanos Luis Rodríguez y Jesús Gallardo a no perder concentración.

En México administró el balón con pausa e inteligencia Miguel Layún. Pero la pelota no les llegaba limpia a los delantero Fabián y Giménez. Argentina encontró un eficaz patrullero de su área a Juan Foyth, uno de los aciertos de los equipos renovados que está formando el DT interino Lionel Scaloni.

«Hay un plantel muy lindo, un bonito ambiente interno. El equipo hizo un gran trabajo», declaró Foyth, la otra figura destacada en la albiceleste.

Cambios a granel 

En la segunda etapa, el DT Ferretti movió enérgicamente el tablero con los ingresos de Gerardo Arteaga, Julio Domínguez, Víctor Zaldívar y Víctor Guzmán.

No hay que olvidar que así como en Argentina no están históricos como Messi, Sergio Agüero y Ángel Di María, a la visita le faltaron hombres poderosos de la ofensiva como Hirving ‘Chucky’ Lozano, Javier ‘Chicharito’ Hernández o Carlos Vela. Tampoco pudo viajar con el plantel el defensa Jesús Angulo por una fractura.

Zaldívar y Guzmán le dieron mayor dinámica a los ataques de México, que pasó a controlar el balón en las parcelas de gestación. Scaloni jugó, en lugar de Martínez, la carta fuerte de Mauro Icardi. Otra apuesta fue la de Rodrigo de Paul por un tibio Ángel Correa.

Perdió intensidad el juego con numerosos cambios. Fueron el fruto de la fase de ensayos en que se encuentran las dos escuadras. También influyó cierto conformismo en el que fueron cayendo.

Brizuela había ingresado por Layún, con tanta mala fortuna que mandó al fondo de su arco un centro atrás y rasante de De Paul. Le arruinó a Icardi, que llegaba detrás, ese gol que tanto desea en la selección.